El uso que más ha llamado la atención sería el empleo de células diferenciadas a partir de células madre embrionarias para terapias celulares o incluso reparación de tejidos dañados.
Una posibilidad sería tipificar muchas líneas diferentes de ES, con diferentes sistemas MHC (HLA), pero la diversidad de los haplotipos HLA es enorme. Una alternativa sería manipular por ingeniería genética las ES para crear líneas con diferentes haplotipos del HLA, de manera que se obtuvieran bancos de células apropiados para diferentes receptores de trasplantes. De todas formas, aunque se lograran células con HLA similar al paciente, quedarían otros sistemas minoritarios de histocompatibilidad, cuya falta de concordancia con el paciente podría llevar a problemas no siempre controlables. | |||
En cambio, el potencial terapéutico de las ES se pondría de manifiesto sobre todo empleando ES derivadas del propio paciente, ya que no habría problemas de rechazo de injertos: estaríamos ante un autotrasplante. Pero ¿cómo es posible esto en un individuo ya nacido, si por definición estas células proceden de embriones? Aquí es donde entraría el método de transferencia de núcleo de célula somática (la llamada clonación terapéutica): el paciente suministra células somáticas, se transfiere núcleo a ovocito desnucleado, se crea un “embrión artificial” (embrión somático), hasta la fase de blastocisto; se toman las células de su masa interna, se cultivan como células madre, y finalmente se diferenciarían al tipo de célula o tejido para la terapia celular o el injerto, sin los problemas del rechazo (autotrasplante). Según algunos, es muy probable que en las próximas décadas seamos capaces de derivar células madre autólogas para todos los que las necesiten.
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Los científicos del Instituto Roslin han propuesto a las autoridades británicas un proyecto consistente en obtener “bancos de células madre clonadas” por transferencia de núcleos de células pluripotentes de cordón umbilical de los recién nacidos. Cada cultivo quedaría conservado en previsión de la necesidad ulterior de diferenciarlo hacia tipos celulares requeridos para autotrasplantes del individuo donante. |
Pero los retos técnicos de este enfoque son formidables, incluso dejando aparte los derivados de la transferencia de núcleos a ovocitos.
Las células ES de ratón (y quizá las humanas) son tumorigénicas: si se inyectan a un animal adulto originan teratomas y teratocarcinomas. Por lo tanto, un tema de seguridad será asegurarse de que en un cultivo diferenciado a partir de ES no quedan estas células troncales, o bien disponer de métodos fiables de separación y purificación de las células diferenciadas de interés respecto de las ES.
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¿Podremos forzar a las células madre embrionarias a diferenciarse en líneas celulares concretas? Aún tenemos una idea muy pobre de la biología básica de las señales y factores implicados en el desarrollo y diferenciación del embrión humano, pero se espera que este campo avance con rapidez. | |||||||
Otras cuestiones de seguridad para asegurar la salud a largo plazo de las células a trasplantar.
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